El valor de la conciliación personal.
En los últimos tiempos ha habido muchos debates acerca de la jornada laboral o la semana 4-5 días, ¿menos horas es igual a ser más productivo?. Esto es un debate internacional, ya que España no es el único país con una jornada de 40h, pero si es uno de los pocos que la distribuye “mal”, haciendo jornadas de trabajo discontinuas, ocasionando que muchos trabajadores pasen todo el día fuera de su entorno personal. Salir a las 7 de la mañana para ir al trabajo y volver de él a las 8 de la tarde… la rutina de muchos españoles.
Con el paso del tiempo, y sobre todo las generaciones más jóvenes, están dando visibilidad a que el trabajo, obviamente, es importante, pero nunca debe sustituir a la faceta, ya no familiar, si no personal, porque no solo concilia aquel que tiene hijos, si no aquel que desarrolla una vida fuera del trabajo.
“Conciliar no supone trabajar menos, sino de forma distinta” (Aragón-Sánchez, 2013).
Como comentamos en anteriores posts, con la pandemia se ha intensificado el valor de los riesgos psicosociales en el trabajo, y la falta o prohibición de conciliación, es uno de ellos.
En España se lanzó una campaña para estudiar y concienciar a la sociedad de los beneficios que se podrían establecer si se estableciese una modificación en los horarios laborales destacando como principal motivo que el tiempo es insustituible e incompensable, y se debe valorar a las personas por los resultados, no por las horas o lugar de trabajo. Cuanto más contento o valorado, más productivo es un trabajador.
Con la digitalización se ha podido avanzar en este campo, ya que las nuevas tecnologías nos permiten trabajar desde donde queramos, como y cuando queramos en algunos determinados sectores, siendo igual o incluso más productivos que presencialmente, ya que invertimos nuestra jornada en ello, evitando perder tiempo en atascos, madrugones innecesarios, dinero en transporte etc., que solo llevan a la desmotivación, y muchas veces, a la baja voluntaria del trabajador.
En conclusión, la pirámide se está invirtiendo y las prioridades no son tanto el ganar mucho o ascender rápido, si no poder tener tiempo, un valor incalculable que muchas veces olvidamos que no vuelve, y que ni se puede comprar ni se puede ascender.
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