El cuasi accidente, la importancia que deberíamos darle.
Legalmente el término cuasi accidente no existe, y por ello tenemos que dirigirnos a una definición del Consejo Nacional de Seguridad “Un evento no planificado que no resultó en lesiones, enfermedades ni daños, pero que tenía el potencial de causarlos””
En definitiva, un cuasi accidente significa que la persona tuvo suerte y que no le pasó nada por ese motivo, pero la suerte no siempre está de nuestro lado y en otro momento podría si suceder, por ello, el estudio de este tipo de accidentes, que no solemos dar importancia, es fundamental para conocer situaciones de riesgos que no habíamos visto a la primera y no esperar que se materialice el daño para tomar medidas.
¡Menos mal que ha quedado en un susto!, una frase que seguro hemos utilizado luego de sufrir un cuasi accidente, pero si no se toman medidas, puede que la próxima no sea solo un susto.
Según la NTP 442 del INSHT “Investigación de incidentes-accidentes: procedimiento”, indica que legalmente estamos obligados a investigar aquellos accidentes que han terminado en lesión, pero como buenos prevencionistas, es una excelente práctica investigar aquellas denominadas “tonterías” por nosotros mismos, aunque no hayan causado ningún daño.
¿ Porqué?
Porque si nos fijamos en las estadísticas, de cada 300 cuasi accidentes, 1 termina en accidente grave, y esto puede suponer un vida. Normalmente, los propios trabajadores no suelen dar reporte cuando ocurren estsa cosas, ya que no les dan importancia, por ello, hay que hacerles ver la importancia que el hecho de establecer medidas preventivas sobre estos pequeños incidentes que consideramos in importancia, pueden llegar a salvar vidas.
¿ Cómo lo hacemos?
En primer lugar hay que explicar a los trabajadores esta situación, hacerles ver que esas pequeñas cosas sin importancia, incluso graciosas a veces, pueden salvarles la vida, y esto empieza por un cambio de actitud, enseñándoles a identificar cualquier peligro, por diminuto que sea, y fomentarles a que lo comuniques al personal responsable, bien de palabra o bien mediante una herramienta para la gestión de la PRL que cuente con la comunicación de incidencias, como es netPrevencion, y por supuesto, que se les vaya informando de las medidas correctivas y soluciones que se van estableciendo, hacerles partícipes.
Hay que tener en cuenta, que al no ser una actividad recogida por la ley, y por tanto, es de carácter opcional, hay muchas empresas que no la toman en consideración, pero hay que destacar que estas prácticas mejoran la seguridad, salud y bienestar delos trabajadores, y este es uno de los principales objetivos de la prevención.
Los trabajadores que llevan a cabo las tareas del día a día de una empresa son, inevitablemente, los mejores expertos en detectar y controlar los peligros en sus puestos de trabajo. Una política de prevención de riesgos laborales no se sustenta si los trabajadores no están implicados en la identificación de cualquier tipo de peligro.
En definitiva, son los trabajadores quienes día a día se enfrentan con el peligro, por tanto, son también los mejores expertos en poder detectar y controlar dichas situaciones. Hacerles partícipes de la prevención de riesgos laborales, enseñarles a detectar los peligros que les afectan a ellos principalmente, así como concienciarles de que el cambio empieza por su actitud, son los factores clave para eliminar estos cuasi accidentes.
La seguridad es una actitud, una prioridad diaria y un compromiso de todos.
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